El comienzo de un nuevo año es un momento para mirar hacia atrás y reflexionar sobre nuestros logros, desafíos y las mejoras que queremos hacer. Este es el momento en que nosotros, como organización sin fines de lucro, nos hacemos la pregunta más crítica: ¿Estamos marcando la diferencia?
Este año, la respuesta nos llegó en una nota de agradecimiento simple pero significativa enviada por uno de nuestros pacientes: Don Saito.
Don compartió su historia con nosotros:
“Hace unos tres meses, comencé a tener dolores en el pecho cada vez que me esforzaba. Empezaría lentamente, y empeoraría cada vez más. Si me detenía a descansar, se aliviaría, y podría seguir haciendo lo que estaba haciendo hasta que vuelva a suceder. A veces, el dolor volvía en cuestión de minutos; otras veces, el dolor se quedaría en el fondo por un buen tiempo antes de volver.
Una vez que Don se dio cuenta de que esto no era temporal, decidió hacer una cita en el Centro de Salud CompreCare. El Dr. Nghi Luu pronto diagnosticó a Don con angina de pecho, o “angina lenta”. Ella le puso medicamentos para la presión arterial alta, adelgazamiento de la sangre, control de colesterol, control de azúcar en la sangre (ya que también era pre-diabético), y píldoras de nitroglicerina en caso de que experimente más dolores en el pecho. También ordenó radiografías y una prueba de esfuerzo en el Centro Médico del Valle de Santa Clara. Cuando se hicieron las pruebas, los especialistas examinaron los resultados y decidieron mantenerlo en el hospital durante la noche para hacer una angiografía al día siguiente. Los resultados no fueron buenos; Don tuvo varios bloqueos en tres de las arterias principales de su corazón y sólo había una salida: cirugía a corazón abierto.
En medio de su complicada situación de salud, Don se sintió afortunado de que esto sucediera ahora y no hace un año antes de que la Ley de Cuidado de Salud Asequible estuviera en su lugar y Gardner se convirtiera en su proveedor de atención médica. “Perdí mi trabajo en 2009 y, como millones de estadounidenses, no tenía seguro hasta el año pasado. Sin seguro, podría haber esperado hasta que tuviera un ataque al corazón completo, y tal vez no estaría aquí para contar la historia”.
Hoy en día, Don se está recuperando bien de la cirugía y está muy agradecido por la excelente atención que está recibiendo del personal y los médicos de Gardner. Dijo: “Ellos diagnosticaron con precisión mi condición, y me refirieron diligentemente a especialistas que confirmaron y perfeccionaron el diagnóstico a uno que indicaba que necesitaba cirugía mayor. La gente de Gardner literalmente me ha salvado la vida”.
Sé que además de la historia de Don, hay innumerables otras historias que reflejan la excepcional calidad de los servicios que nuestras clínicas han prestado el año pasado. Es con un corazón sincero que quiero agradecer a todos por un trabajo bien hecho y desafiar a todos nosotros a hacer lo mismo en 2016. Porque cuando reflexionamos sobre nuestros logros a partir de ahora y nos preguntamos de nuevo, ¿estamos marcando la diferencia? queremos que esa respuesta sea SI!
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